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Las fases de la luna

El satélite y nuestros ciclos a corto plazo

Modo luminoso

14 minutos de lectura

¿Quiere saber cómo puede afectar esta información a su vida?

Ah, la misteriosa e imponente Luna... o también llamada Selene, Isis, Artemisa. Son muchos los nombres y mitologías que rodean a este cuerpo celeste, que tiene una relación muy estrecha con nuestro planeta, con el Ser Humano y con la naturaleza. En el mundo físico, la gravedad, las mareas y la dinámica de los fluidos corporales son ejemplos directos de su acción.

En nuestro ámbito personal, sus fases marcan la pauta al aliarse con la astrología para poder portar propósitos y energías peculiares, que nos influyen a diario en diferentes áreas como nuestras emociones, aspectos de fertilidad, nutrición, en el proceso de interacción con el público, en nuestros negocios, relaciones interpersonales, salud, sueño, entre otras cosas.

Debido a su fuerza gravitacional, la Luna interactúa con el volumen y la dinámica de todos los líquidos presentes en nuestro planeta, y esto incluye vegetales, animales y el propio cuerpo humano. Nuestro flujo sanguíneo y fluido linfático también pueden sufrir su influencia, no debemos olvidar que nuestro cuerpo está compuesto en un 70% por agua.

Un punto importante para considerar son las fases lunares. Mientras que la Luna Llena refleja la mayor cantidad posible de luz solar, la Luna Nueva refleja la menor cantidad posible. Entre los dos, otras fases emanan esta energía en diferentes niveles. En poco menos de un mes la Luna pasa por 8 fases, completando su ciclo. Incluso podemos decir que cada noche la Luna canaliza y refleja una energía diferente a la del Sol, de ahí la importancia de determinar en qué fase se encuentra la Luna.

Embárcate en este viaje hacia la comprensión de todo el potencial que puede proporcionar la dinámica lunar.

Lunaciones: la Luna en sus dominios cíclicos

La Luna es la estrella que se mueve más rápido en nuestro sistema solar, tarda un promedio de 28 días en dar una vuelta completa alrededor de nuestro planeta, cambiando su fase principal cada 7 días. Cada mes también viaja por los 12 signos del zodiaco, pasando una media de 2 días en cada uno y formando diferentes aspectos con otros astros. En realidad, el ciclo tarda 28 días y medio en completarse, de Luna Nueva a Luna Nueva, moviéndose aproximadamente 1 grado cada 2 horas.

Con eso, se puede decir que este astro tan venerado a lo largo de la existencia humana juega un papel importante en nuestros ciclos de corto plazo, en nuestras fluctuaciones emocionales y en los altibajos de nuestra vida mundana, creando una dinámica personal mensual, semanal, diaria e incluso horaria. Cada fase de la luna se puede interpretar de forma diferente y el conjunto total forma un mosaico de nuestra vida en un momento dado.

Cada mes, la Luna Nueva es el potencial para un nuevo comienzo y la Luna Llena es la culminación. Como la órbita de la Luna dura en promedio 28 días (y no 30 o 31), cada dos o tres años tenemos un ajuste, con una segunda Luna Llena en un mes, llamada Luna Azul.

El mes lunar entonces comienza en Luna Nueva, que es cuando la Luna y el Sol están en conjunción. Cada mes lunar trae dos casas opuestas a medida que pasa por tu carta natal: 1 y 7 | 2 y 8 | 3 y 9 | 4 y 10 | 5 y 11 | 6 y 12. Dependiendo del tamaño de las casas en tu carta natal, si hay signos interceptados, este ciclo puede ser alterado para que a veces la Luna Llena pueda caer en la casa contigua a la casa en la que estaba enfrente en la Luna Nueva. Por ejemplo, puede haber habido una Luna Nueva en la quinta casa de tu carta, pero una Luna Llena en la casa 10 en lugar de la 11, por ejemplo.

Caminando entre escenarios

Piensa en un proyecto, por ejemplo, que tiene su inicio, desarrollo, percances, hasta su conclusión y resultados. La Luna Nueva es la fase inicial, donde hay ideas, planes, diseños, donde surge algo, y la Luna Llena son los resultados.

La fase Cuarto Creciente tiene el rol de proteger y aprovechar lo que está en progreso y el Cuarto Menguante ayuda a cerrar problemas, para que comience un nuevo ciclo. Conocer lo que representa cada fase es fundamental para que podamos aprovechar su influencia de la mejor manera posible dentro del contexto de nuestras vidas.

La Luna Nueva y la Luna Llena se llaman Lunación. En astrología, las lunaciones tienen el poder de influir en los asuntos de la casa astrológica donde se presenta en un mapa astral, indicando las posibilidades que se pueden realizar o aspectos que se pueden activar.

Evidentemente, siempre hay que tener en cuenta que, físicamente, la Luna no "cambia" de forma. Lo que cambia es su relación con el Sol. Mientras que el Sol tarda 365 días en recorrer los 12 signos del zodiaco, la Luna lo hace en unos 28 días. El día 29, regresa a la conjunción con el Sol, iniciando otra Luna Nueva.

Esta nueva lunación recibe la energía y el nombre del signo donde comenzó la Luna Nueva. Por ejemplo, si estuvo en Escorpio, será Lunación en Escorpio. Después de 28 días vendrá la Lunación de Sagitario, Capricornio y así sucesivamente. En los 3 días previos a la Lunación, la energía lunar comienza a crecer, alcanzando su punto máximo en el día exacto de la Lunación.

Las 8 Fases de un Ritmo Perpetuo

Muchas personas solo conocen las 4 fases principales de la Luna, también llamadas activas, especialmente en el hemisferio Sur: Luna Nueva, Cuarto Creciente, Luna Llena y Cuarto Menguante. Sin embargo, la Luna tiene 4 fases intermedias más, tratadas como receptivas: Luna Creciente, Luna Gibosa, Luna Diseminada y Luna Balsámica - esta, con sus 3 días finales llamados "Luna Negra", el final de la fase que precede a la próxima Luna Nueva.

Examinar cada fase lunar puede brindar una perspectiva sobre el desarrollo físico, emocional y social que experimentamos a lo largo del ciclo total, además de proporcionar una guía para planificar nuestras vidas.

1) LUNA NUEVA - aquí suceden las llamadas temporadas de marea alta, donde el Sol y la Luna están en conjunción, prácticamente alineados. La atracción gravitacional entre la tierra y la luna es muy alta y prácticamente se suman. Astrológicamente, nos ayuda a empezar, trae nuevos comienzos, cambios y espontaneidad. Es un buen período para iniciar nuevos proyectos, cerrar o lanzar negocios. Todo lo que se inicia durante la Luna Nueva capta una carga energética altamente positiva, que augura el éxito.


2) LUNA CRECIENTE - es la fase intermedia entre la Luna Nueva y la Luna Creciente. Indica una fase para que recopilemos conocimientos y comencemos a dar forma a nuestros planes.


3) LUNA CUARTO CRECIENTE - aquí la Luna y el Sol están alineados a 90 grados, formando una cuadratura. La gravitación lunar se opone a la del Sol, aunque no se anulan, lo que genera las llamadas mareas mínimas. Astrológicamente, ayuda a la expansión, pero también da lugar al enfrentamiento de problemas y cuestiones no resueltas. Aquí es el momento de resolver problemas y tomar decisiones. Los planes en curso pueden sufrir contratiempos. También es un buen período para sentar las bases de tus planes y seguir cuidando lo que ya has comenzado, aunque requiera un poco más de esfuerzo. Todo lo que aquí se genera tiende a crecer y prosperar. El coche debe mantener y acelerar, aumentando la marcha para no desistir en la subida de la cuesta.


4) LUNA GIBOSA - es la fase intermedia entre la Luna Creciente y la Luna Llena. Es una fase de ajustes finos, donde nuestros objetivos se hacen más visibles, aunque es necesario detenerse y analizar qué funciona y qué no para hacer los ajustes y filtros necesarios para su finalización. Deja ir todo lo que no funciona para refinar el proceso.


5) LUNA LLENA - aproximadamente dos semanas después del comienzo de la fase de Luna Nueva, hay una nueva alineación entre la Luna y el Sol. De nuevo, una fase de marea alta. Es la culminación de todas las demás fases, donde finalmente se puede cosechar todo lo que se ha hecho y preparado. Si todo salió bien durante el proceso, obtendrás buenos resultados. Es un período de realización, revelación y ayuda para resolver las cosas. Durante la Luna Llena, también podemos sentir más deseos de relación y añoranza de pareja, aunque las crisis más grandes también suelen ocurrir durante esta fase. Aquellos que están más predispuestos al insomnio pueden sufrir más durante este período, que tampoco se recomienda para la cirugía en general.


6) LUNA DISEMINADORA - es la fase intermedia entre la Luna Llena y la Luna Menguante. En esta fase, un mayor entendimiento entre las personas permite compartir conocimientos y emociones. Un gran período para profundizar en ti y encontrarte a ti, además de ayudar a otros a hacer lo mismo. Es un buen momento para reflexionar sobre los últimos acontecimientos y empezar a prepararnos para resolver lo pendiente.


7) CUARTO DE LAVADO DE LA LUNA - aquí la influencia gravitatoria entre el Sol y la Luna vuelve a disminuir. Ayuda con las finalizaciones, siendo un buen período para resolver asuntos pendientes o finalizar proyectos inacabados. De cualquier manera, debe dejar atrás el pasado y comenzar a planificar el futuro. Se vuelve más fácil terminar las relaciones y dejar de lado nuestros sentimientos durante esta fase. Esta fase también está indicada para cirugías en general.


8) LUNA BALSÁMICA – es la fase intermedia entre la Luna Menguante y la Luna Nueva. Aquí, es hora de tomarse un momento para relajarse, reflexionar y evaluar. No te metas con lo que está terminado y no inicies nuevos procesos. Libérate del pasado para iniciar un nuevo ciclo que se avecina, sin ataduras ni miedos. Hacer consideraciones y visualizar las posibilidades de la próxima lunación, para sembrar una nueva semilla, aunque resulte ser un nuevo plantón de la misma planta.


Todo tiene sus fases y su ritmo

Las enseñanzas de Hermes Trismegisto nos dicen en su quinta ley que todo tiene su ritmo, todo tiene su flujo y reflujo, todo sube y baja. Piensa en los ciclos de una planta, por ejemplo, desde su concepción inicial.

Haciendo una analogía con la Luna, en este caso, la primera fase de la siembra sería como la Luna Nueva, período que se relaciona con la semilla que está en la tierra, preparándose para la germinación. Un nuevo comienzo fue implantado.

En los primeros pasos de la fase Creciente, es como si la plántula que ha sido plantada fuera arrancada de la Tierra por los impulsos iniciales de luz. Durante las etapas restantes de esta fase, es como si la planta pasara por un proceso de fortalecimiento, movilizando sus energías contra los elementos de la naturaleza.

Cuando llega la fase del Primer Trimestre, es como si la planta ya hubiera pasado por las etapas iniciales de supervivencia y ahora estuviera echando raíces. Al anclar firmemente su fuerza vital, puede concentrar sus energías en hacer crecer los tallos y las hojas con los diminutos brotes que aparecen al comienzo de la etapa gibosa.

Durante la fase gibosa, nuestra planta está enfocada en la razón de su existencia. Al deshacerse de todo lo superfluo, finalmente llega el momento de la plenitud cuando se convierte en una flor. La Fase de Luna Llena sería la conclusión, la culminación del proceso. El trabajo está hecho y el jardinero puede descansar, disfrutar y evaluar su esfuerzo.

A medida que la Luna Llena avanza a través de sus cuarenta y cinco grados, la flor se convierte en fruto.

La Luna Diseminadora es donde cosechamos lo sembrado. El propósito de la planta ahora es devolverle a la tierra, a aquellos que crearon y plantaron, todo lo que posee, nutriendo a los demás.

Cuando se acerca la Luna Menguante, la cosecha ha terminado, la abundancia se ha repartido y lo que queda en los campos comienza a descomponerse... El ciclo está terminando.

Durante la fase balsámica, las semillas se entierran bajo tierra. Lo que se plantó antes ya no existe en su forma original. Este es el momento de la transición. La luz de la Luna ya es muy tenue y al final de esta fase desaparecerá en la oscuridad, en una última pequeña fase de 3 días llamada Luna Oscura, la carga final para reiniciar todo el proceso nuevamente con una Nueva Luna Nueva.

La Luna y sus dominios

De hecho, la Luna tiene un gran impacto en la regulación de cualquier proceso cíclico, cualquier actividad, situación, comportamiento o hábito que tiene un comienzo bien definido, que se desarrolla, que llega a resultados y luego comienza a disminuir y terminar. Es como un movimiento de respiración, que inhala y exhala hacia nuestro mantenimiento gaseoso vital. Otros ejemplos son el acto de engordar y adelgazar, gastar y ahorrar, hábitos básicos como dejarse crecer y cortar el cabello y el pelaje, el mantenimiento de las uñas, etc. Como representante del principio femenino, las emociones, la sensibilidad, la intuición, el embarazo, la fertilidad y la nutrición, tiene una buena influencia en estos y otros asuntos, como:

  • Inspira un intercambio emocional más fluido o difícil entre las personas;
  • Actúa sobre nuestra dinámica emocional, influyendo en nuestros temperamentos y estados de ánimo, haciendo que las personas sean más receptivas y alegres, o tristes y melancólicas, según la fase;
  • Las fases de la luna también están ligadas a una mayor o menor necesidad emocional;
  • Reina sobre la capacidad femenina para el embarazo, la fecundación, la nutrición y la protección. Las investigaciones comprueban que, durante los cambios de las fases de la Luna, la incidencia de partos aumenta, principalmente en la Luna Llena;
  • Interactúa con nuestro apetito y metabolismo, así como con la asimilación de nutrientes y líquidos. Por tanto, también actúa en los procesos de ganancia o pérdida de peso;
  • Altera nuestra percepción y deseo por un tipo específico de alimento o sabor;
  • Afecta las mareas y fluidos de plantas y animales, incluyendo nuestro flujo sanguíneo y linfático;
  • Interfiere en la calidad de nuestro sueño y sueños, influyendo en las noches tranquilas o inquietas;
  • Los buenos aspectos entre la Luna y Neptuno influyen en la calidad de nuestro sueño. Y los malos aspectos entre la Luna y Urano pueden causar insomnio;
  • Los buenos aspectos entre la Luna y Saturno son excelentes para realizar transacciones inmobiliarias o reparaciones en el hogar. Y entre la Luna y Plutón, es bueno para desechar cosas inútiles;
  • Luna y Neptuno en aspecto tenso también pueden causar falta de concentración y baja productividad. La Luna y Mercurio en tensión pueden generar acumulación de tareas o trabajos inconclusos;
  • La Luna también interactúa con la humedad, influyendo en momentos favorables para el secado;
  • Actúa sobre la durabilidad de hortalizas y frutas, influyendo en su conservación o en la velocidad de descomposición;
  • También puede interactuar con la lluvia. El famoso halo lunar, ese disco amarillento que vemos de vez en cuando alrededor de la luna, suele asociarse a la proximidad de la lluvia;
  • Influye en las personas para que participen más o menos en eventos sociales y lugares de aglomeración como bares, centros comerciales, conciertos y restaurantes;
  • Lo contrario también es válido, la luna puede generar pereza y recogimiento, mientras que los lugares pueden estar más vacíos en determinados momentos;
  • Puede disminuir o aumentar la hinchazón, el edema, las hemorragias o interferir en la calidad del postoperatorio;
  • El comercio y otras actividades que dependen de la presencia o interacción con el público en general pueden verse muy influenciados por la Luna;
  • Los buenos aspectos entre la Luna y Venus son muy favorables para encuentros, romances y uniones;
  • Según el signo en que se encuentre la lunación, existe una mayor o menor predisposición a los encuentros románticos, deseos sexuales o acercamientos en general;
  • Y por último... ¡Hace que nuestras noches sean más bonitas e iluminadas!

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