Luna en Piscis en la Carta Natal

Tener la Luna en Piscis puede ser sinónimo de tener un poco más de empatía en su postura emocional, logrando ponerse en el lugar de los demás con mayor facilidad, mostrando compasión. Son fácilmente alcanzados por el sufrimiento humano, aunque se debe tener cuidado para que esta habilidad no provoque que el nativo se sumerja demasiado y se pierda en el sufrimiento de los demás. Sin el debido cuidado, tienden a creer cualquier historia triste, sin embargo, muchos aprenden a lo largo de sus vidas a discernir mejor sinceridad de manipulación. Aún así, continúan teniendo una sensibilidad emocional amplificada.

Piscis es el duodécimo y último signo del zodiaco y, por lo tanto, tiene un poco de cada uno. Como resultado, es una energía que da un mayor sentido de la cima y una compasión diferenciada. Esta posición es conocida por hacer que las personas piensen en la vida de una manera más soñadora, donde el mundo real y los asuntos cotidianos adquieren un poco menos de relevancia, a pesar de que una postura emocional tan escapista se compensa con una notable ganancia de intuición.

La sutil sintonía emocional

La capacidad de empatía de los nativos con esta posición también los hace más apasionados a nivel emocional, así como un sentido del humor más ligero y peculiar. Tienden a pensar que el mundo necesita personas más compasivas y que suman en general. Son más perceptivos y parecen estar en contacto con los diversos matices y sutilezas de la naturaleza humana, y esto a menudo se revela por medio de su sentido del humor, su capacidad de entretener. Los que no son demasiado tímidos pueden tener una inclinación por las artes escénicas.

Es posible que quieran expresar sus sentimientos por medio de la música (tanto escuchando como creando), la escritura, la poesía, el dibujo u otro arte, algo que puede aportar una gran sensación de satisfacción y felicidad.

Aunque algunos absorben los problemas de los demás o el clima del lugar, la mayoría de ellos saben instintivamente cuándo necesitan recargar sus baterías. Y es en estos momentos que se retiran del mundo (y de la dureza de la realidad) para unir fuerzas, regresando poco después. Tienden a no tener miedo a los trabajos difíciles, con una predilección por ayudar a aquellos que son menos afortunados, preferiblemente lejos del centro de atención.

Sueño e imagino

El potencial de imaginación y creatividad que proporciona esta posición puede dar un carácter muy activo a la intuición de los nativos, quienes perciben y sienten cosas que otros no notan. Sin embargo, esta misma habilidad puede generar distracción y obstaculizar, especialmente cuando necesitan concentrarse. Estos momentos viajeros pueden ponerlo en situaciones complicadas con otras personas que no entienden sus emociones complejas, abstractas y disueltas. Sin embargo, si no tienen su espacio y tiempo para soñar, se abruman fácilmente. Son personas que a veces necesitan estar a solas consigo mismas, tomando tiempo para reflexionar y recuperar sus energías para enfrentar el mundo, incluso de una manera que no siempre es convencional o comprensible.

Relaciones con la Luna en Piscis

Con esta posición de la luna, el nativo parece saber cómo son las cosas incluso antes de tener la experiencia real. Tienden a ser sentimentales y románticos en sus relaciones, pero debido a que a menudo desean idealizar a su pareja, a veces pueden frustrarse. Por otra parte, son propensos a prolongar las relaciones, aunque ya no disfruten de ellas, por temor a lastimar al otro.

Necesitan una pareja para compartir sus viajes y, a menudo, son compañeros útiles en esta búsqueda de “algo más”, para una experiencia conjunta especial. Por lo tanto, su pareja debe ser una persona evolucionada o al menos perspicaz, una persona consciente que comprenda sus necesidades y lo ayude en su crecimiento emocional. Quienes tienen esta posición en la carta tienden a querer vincularse emocionalmente con personas enérgicas y fascinantes al mismo tiempo.

Quien se embarca en una relación con alguien que tiene Luna en Piscis, por lo general conoce un lado más dulce y cautivador, de gran sensibilidad, capaz de empatía y de establecer una conexión casi telepática con quienes son íntimos.

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